"mientras sigo a la gente que me interesa, porque la única gente que me interesa es la que está loca, la gente que está loca por vivir, loca por hablar, loca por salvarse, con ganas de todo al mismo tiempo, la gente que nunca bosteza ni habla de lugares comunes, sino que arde, arde... "
Jack Kerouac.

lunes, 28 de diciembre de 2009

Psicosis (poesía para un primo en resonancia)

Ese día me levanté, desayuné y me lavé los dientes,
Como todos los otros días,
Ese día fui a trabajar, las dos horas de ida y las dos horas de vuelta,
Como todos los otros días,
Ese día llegué y me preparé la cena con la televisión encendida,
Como todos los otros días,
Ese día me fui a acostar sin leer ni hacer ni pensar nada nuevo,
Como todos los otros días.
dejarse llevar. de nuevo

lo hice para quebrar?

anécdotas

más cuentesías...
Acabo de decirte todo lo que tenía para decirte. Tal vez eso fue lo que redujo a cenizas todas estas sensaciones aplastadas adentro. Estas respuestas que me hago creer que tengo, pero no tengo las preguntas. Quise evitarlo. Supuse que tal vez si nada pasaba el mundo giraría un poco distinto; pero no. Giraría igual de despacio, igual de rápido.
La imaginación, qué lujo para los terrores, los dolores y las torturas más difíciles, más atroces son apenas estornudos leves que se encapsulan acá adentro. Ni entre aquellas fotos tuyas que están amontonadas en alguna carpeta los dolores cambian. Siguen las lágrimas, las marcas. Sin querer creer todo lo que en realidad soy, fui. Necesito encontrarte, pero en el fondo sé que no quiero. Que prefiero encontrarme a mí, con todo mi egoísmo lo digo. Mis manos se aferran a eso, mi corazón late un poco más tranquilo sabiendo que quiero encontrarme, aunque solamente sea porque tal vez una vez que me encuentre, voy a poder ir a buscarte, lluvia sin tregua. Voy a salir en tu búsqueda, totalmente desesperado a contrarreloj, mirando debajo de cada guitarra, de cada instrumento de cuerdas. Voy a preguntarle a cada director de orquesta, a cada cantante de jazz. Y orgulloso de mí mismo (no tanto en realidad) les voy a contar que ando buscando un pedazo mío que en ese momento va a ser el único que me falte para sonreir en serio, y echarme en una hamaca paraguaya con tus labios. Contando después entre volutas de humo e historias de sótanos que alguna vez conocí a una mujer con nombre de actriz.

24/11/09

regresos

De a poco va volviendo y me siento menos ahogado. Me empiezo a rodear de colores nuevos y de los viejos y llenos de polvo también. Sonrío ante un espejo que se derrite con tu imagen y mis defectos que de a poco se van volviendo cada vez menos míos, y la sonrisa va creciendo, aunque no mueva los labios mientras huelo también la foto chamuscándose con el marco antiguo que sostenía el vidrio.

El ron derramándose de la comisura de mis labios y la sonrisa cada vez menos tenue, silenciando las teclas de un piano que suena bajito a la distancia. Correspondencia inesperada que no llega; y yo ando casi sin pensarte.

Vuelve despacio, pero vuelve al fin.

jueves, 24 de diciembre de 2009

reflejos

Por qué empiezo a escribir automaticamente cuando voy a esperar la k? Será, seguramente, porque mientras vos esperabas a escondidas yo te miraba bailar entre sombras de algun bar del que nunca dijiste nada. Tus miedos tan iguales a los mios, sin embargo, cuánta cobardía en el silencio. Resignación, dolor. Estereotipando una venganza inútil y sin ganas; si total, ya no queda nada.

pretérito imperfecto

Nos reíamos
Nos necesitábamos
Nos moríamos
Nos corregíamos
Nos negábamos
Nos odiábamos
Nos tocábamos
Nos entendíamos
No nos entendíamos
Nos rozábamos
Nos mirábamos
Nos excitábamos
Nos dolíamos
Nos mordíamos
Nos abrazábamos
Nos esperábamos
Nos besábamos.

sábado, 19 de diciembre de 2009

a esta altura del asco

en algún momento
(en ningún momento)
de la noche
aparece el negro.
El vómito latente, la arcada empujando, las ganas de asco. Toda la nada que es la noche deslizando por la garganta, cayéndose del balcón, mojado de lluvia en medio de la jungla de concreto. De a poco todo largando chispas de colores que comienzan a explotar y algo quiere salir desde adentro de los huesos; el delirio de necesitar una boca para saciar la sed, el hambre; un puente que me aleje más de mí mismo, que me deje escaparme de este cuerpo transpirado e inerte. Las caras desfigurándose y transformándose en luz y sombra, tiras de piel hecha jirones, con los huesos al aire.
Pies colgando, tinta que aparece de a poco. El vómito latiendo desde adentro, pero mucho más profundo que la piel (-me siento un juguete- decía él). Late desde el centro mismo de las células intoxicadas, que se van nutriendo de la oscuridad y la noche para vibrar todas juntas en una misma frecuencia. Deshaciéndose de asco, y los pies ya no aparecen desde arriba. Latir. Latiendo a ojos cerrados. Latiendo sin inercia y con ganas.

viernes, 18 de diciembre de 2009

barro

Ya me dolés menos, veo tu cuerpo hinchado en el fondo del río, uniéndose y abrazándose con las algas de las nostalgias. Como un fueguito débil, tu manos se mueven desde las profundidades del dolor una vez más. Tratando de llamar la atención, revolviendo las aguas de este lago que se está empezando a congelar. De repente siento tu mano que se cuelga de mi antebrazo y la birome es cada vez más pesada. Una puñalada llena de barro y algas me va adormeciendo de a poco. No me importa y sigo manchando esta hoja intolerante con tu sangre aguada.

lunes, 14 de diciembre de 2009

juegos (cuentesías)

Los juegos me llaman, me reclaman. Tanto tiempo sin jugarlos, sin perseguirlos y parece que estoy fuera de estado. Fuera de estado jamás. Si apenas tuve un momento libre y jugamos a estar hospedados en ese hotel, en aquel de la terraza que nos esperaba de brazos abiertos, que tenía una cortina de estrellas y una conversación llena de bocas, y de sabores distintos. Una sonrisa de la que trataba de escapar la inocencia de saberse mucho menos que inocente. Qué nostalgia tan dulce, tan limpia. Aunque, a fin de cuentas, un tanto incompleta. Sólo algunas terrazas entre nosotros. Le faltaron patios, balcones y otras tantas cosas. También seguir con el juego, la escondida, o la popa; así y todo mi preferido es ese en que somos nosotros dos, pero somos otros dos. Ya dos odontólogos que vienen a una conferencia en el Savoy, ya una cantante y su mánager buscando un bar donde puedas cantar, o solamente tomar unas cervezas hasta que ya no queden más juegos que jugar y no tenga más sentido postergar lo impostergable.

domingo, 13 de diciembre de 2009

Disfruta el pánico de tener toda una vida por delante..

vos tambien lo disfrutabas, Walt?

nocturnos..

Qué bueno encontrar una aliada en las noches de delirio, de no-realidad. Andamos así, a los trompazos contra la realidad y la no-realidad; dejándonos seducir por cada una en distintos momentos. Los pequeños pies que van trepando por la columna, hasta que unos labios sin ímpetu, como de lujuria arrepentida nos empujan adentro del espiral que es la noche de algunos sótanos. Donde la música va paseando por el fondo de la escena, una sensación de que está corriendo por atrás nuestro por un puente laminado y continuo. Deslizando por el metal hasta llegar al oído, y, recién entonces el gozo incompleto, el chicle de frutilla. Mensajes vacíos, hablando un mismo idioma distinto.
Un camino indirecto, el delirio a flor de piel.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

evolución

Vas cambiando adentro mío. Ahora sos casi un vacío que me va ganando despacio, hasta podría decir que no sos.Un hueco en un mar de electrones, pero tan sólo eso. No por nada tanto karma llenando de polvo mis recuerdos. De a poco van encerrándose en sí mismos; recuerdos que se van encerrando en un casillero de algún club viejo. Necesitarte se volvió menos obvio, un silencio en medio de una multitud a los gritos. Y tantas palabras que se me van cayendo, despegando, y tantas risas que me censuraste.

Ahora somos otros. Otros dos. No más rulos, ni miradas, ni sillones.

domingo, 6 de diciembre de 2009

Nunca menos sí.....

No sos más cuerpo tenue, dulce. Ahora sos dolor, desilusión. Y yo necesitando respirar lluvia, beber de tus edades; besar tus labios helados.

Sos mi reflejo invisible desangrándose en el mar. Aunque sólo quiera verte a vos, no puedo. Tanto amanecer, tantas lujurias escritas en lapiz y papel no me dejan. Me oscurecen el mar ya casi calmo. Apenas nada. A penas felices.