"mientras sigo a la gente que me interesa, porque la única gente que me interesa es la que está loca, la gente que está loca por vivir, loca por hablar, loca por salvarse, con ganas de todo al mismo tiempo, la gente que nunca bosteza ni habla de lugares comunes, sino que arde, arde... "
Jack Kerouac.

jueves, 21 de enero de 2010

desde cualquier noche

Por dónde empezar a escribir de esa noche si no es por el final. Ella abrazada a mí, aunque en su libreto los abrazos están casi prohibidos. Empezó con esas ganas de caminar y mirarse dando vueltas en espiral, sabiendo que hay algún final pero sin que importe donde está, lo importante es el viaje, el juego. Juntarse sin acercarse mucho, rozarse sin sentir nada entre los dedos excepto piel apenas inocente y yo que, sin darme cuenta, aprendí a disfrutarlo. Ni su sexo ni el mío, bajo las ropas, aunque sean mis pantalones de jean o su vestido y sus piernas. Y de repente la moto que frena -una cartera menos- y nos miramos angustiados, desnudos, viéndolo todo de nuevo pero in slow motion sufriendo la escena de nuevo. Vi sus ojos sin lágrimas detrás del cristal, vi sus manos temblando sobre sus muslos en el taxi.
Había pasado, realmente había pasado y nosotros, de repente, desnudos entre el cemento y el calor. La abracé, la sentí contra mí, ya no era apenas un roce, sino toda su piel contra la mía; pero ahora sin sexo, solamente su cabeza contra mi pecho y yo, sin darme cuenta, acariciando su pelo negro. Nos miramos de nuevo, ya con menos angustia, más vestidos, sintiendo como fluía algo entre nosotros.
Empezamos a caminar en espiral de nuevo, con los abrazos casi prohibidos, mirándonos sin dejarnos mirar, desde más cerca. Pero el espiral se empieza a desdoblar; conectamos. Mi mano se posa en su espalda y sus.

No hay comentarios: