"mientras sigo a la gente que me interesa, porque la única gente que me interesa es la que está loca, la gente que está loca por vivir, loca por hablar, loca por salvarse, con ganas de todo al mismo tiempo, la gente que nunca bosteza ni habla de lugares comunes, sino que arde, arde... "
Jack Kerouac.

viernes, 26 de marzo de 2010

sobre el azar

30000 almas bailan acá entre nosotros
dijo el presentador de la murga.


Se juntaron el lunes a hacer las banderas para el acto del 24/3 en la facultad. Se decidió poner los nombres de los desaparecidos de tu facu, Ingeniería. Lucía eligió a Luis Bommin y a Mizael Rosado. Pintaron las banderas y los pupitres vacíos. Cuando antes de la marcha repartieron las banderas para ponerselas al hombro a Lucía le tocó la que había pintado. Luis Bommin. Se la calzó sobre los hombros y empezó a marchar con todos los otros. Y todos los otros que en ese momento no eran ajenos, el 24 uniendo a todos (o a casi todos) como un punto de contacto entre cada lineamiento de cada partido o agrupación o grupo de gente. La multitud por calle San Luis y unas manos que acomodan la bandera de Lucía un poco mejor, "para que se lea el nombre. porque el nombre que llevás en la espalda era el de mi marido" le dijo la señora que marchaba. "y el que está en la bandera que lleva tu amigo, Mizael Rosado. era su mejor amigo" dijo señalando a Juan, mirándola a los ojos. Luis Bommin. Mizael Rosado. Dos nombres
elegidos al azar. Y la mujer que no quiso aceptar esa bandera que Lu le ofreció un ratito después, aunque todavía no cayera en la cuenta de lo que estaba pasando. "quedátela vos. es mejor así". Y la bandera siguió sobre los hombros de ella con el nombre y el pupitre vacío. Un nombre que alguna vez también fue un cuerpo, una vida.

El terror del oficio aparece de vez en cuando y, por definición, nos agarra de imprevisto, y no hay combinación que nos salve; cerveza, mate, faso, cigarro, café con leche. De repente la superficie rectangular blanca, que nos mira inmóvil y zas! no hay con qué darle. Uno empieza por calentar los dedos: mamarrachear la hoja, ensangrentar el lienzo tratando de que los caracteres después vayan apareciendo solos, por inercia. Pero no. Y la hoja sigue ahí, intacta, después de tanto mancharla y backspace y volver a ensuciarla y dale al backspace.

Una cortina de nieve, esperando pálida hasta vernos llorar sangre, maldecir, y por último empezar de nuevo con la misma historia.

Y la poesía berreta que va apareciendo de a ratitos, mezclado con algo que no categoriza ni siquiera como poesía. Lugares comunes, incoherencias, y uno trata de seguir con la poesía, cuando empieza a funcionar para atrás y el viento se hace tormenta de arena y el mundo un desierto sin fin, pero de qué, de qué quiero hablar. No sé no importa qué importa. Sintiéndolo todo en todos los momentos, incluída esta repentina ignorancia total y no sé si no me cae bien.Y escribir que es el presente absoluto escapándose entre los dedos como la clara de huevo de M.S. Fogg y después el inevitable viaje al Central Park que se convirtió en campamento, en forma de vida, aullando a la intemperie, y qué importan los 40º de fiebre, el presente que se nos escapó.

Y algo que ya no intenta tener forma, oraciones que se no combinan pero dejan su lugar al placer de ir tecleando. Sin tener la menor idea donde y cómo va a terminar esto, si en un blog, si en la basura, si con alguna frase tan blog. Empiezo a sentir los músculos más relajados, tal vez es la voz de Julio sonando de fondo. Y deleitarme de a poco mientras voy desgajando el miedo de aquella hoja blanca, aquel desierto de sal que acepté, esperé y finalmente me respondió, dejándose manchar y desvestir. Y ya no importa aquel para qué, aquel de-qué-quiero-hablar, es simplemente ir pegando cosas al azar durante un año y de pronto descubrir una línea que las une.

martes, 23 de marzo de 2010

de facultades y calor

..las gotas de transpiración de mi espalda empiezan a hacer campamento allí, entre los omóplatos o más abajo, casi pequeñas ciudadaes de calor. y la ventana abierta de par en par por donde parece que el viento se olvidó de entrar, o donde hay alguna barrera invisible que frena todo flujo de aire que pudiera llegar a entrar en este salón, esta habitación que va asfixiando entre el aire pesado, el calor que respira y vive y late bajo la piel, como mi espalda y mis sienes transpiradas y de fondo, como haciéndolo todo más soporífero, la voz del profesor que sigue hablando del scattering de electrones, de la cuantización de la energía de los fotones y me hace llegar a la única conclusión posible. si Newton hubiera cursado en este salón, nunca se habría puesto ni a pensar en la gravedad.

domingo, 14 de marzo de 2010

todo lo que siempre quiso saber sobre vivir en un edificio y nunca se animó a preguntar

esto que van a leer a continuación es una nota que le tiraron por debajo de la puerta del depto de un amigo y es genial.

"la verdad que por lo que se escuchó anoche la chica la pasó muy bien...
Podrías avisar cuando estás libre??? x q' necesito sacarme la duda: de
si la chica exageró un poco; o estaba muuuyyy borracha!!!

Muchas gracias; mis saludos a la chica que seguro la pasó mejor que yo
que los tuve que escuchar.
(bueno. entre nosotros; no te la creas tanto! q' para mi exageró un poco!)

saludo atentamente..
Unas insomnes"

después dicen que vivir en un edificio no es toda una aventura.

pd. hay que meterle tanta buena onda a semejante insomnio.
para mi que no sólo la parejita lo disfrutó.
y yo que me levanté con la cabeza todavía latiendo de anoche, pensando que de ahora en más basta de todo, de joda, de noche, de birra, aparte mejor que me quedé sin lillos y basta con leer 2 o 3 posteos ajenos para ir hasta la heladera, agarrar una y ver el humito de la cerveza fría recién destapada.

jazz

ella golpea suavemente sus aros con sus dedos envueltos en anillos. tintinean apenas y lo escucho por encima del silencio que se produce entre dos temas. arranca otro y su mirada se apoya en mis ojos que siguen flasheando con el beat en tres cuartos y el jazz que nunca voy a entender pero a veces me hace vibrar algo adentro, y no me doy cuenta hasta que la mirada empieza a pesar. la miro y sus ojos giran enseguida hacia el escenario, dejando una estela de complicidad al girar. reconozco una sonrisa que emerge sutil bajo unos labios que en realidad nunca se movieron. solamente una sensación a sonrisa, una invitación al juego de no miradas y no sonrisas que va floreciendo a tres mesas de distancia. mientras los acordes empiezan a volverse un remolino que borra los principios y los finales de esos temas incomprensibles y escalas con nombres que nunca voy a conocer. y todo se desvirtúa, su ceja que se arquea y todo termina o empieza. y no importa.

lunes, 8 de marzo de 2010

Buscarse (pequeño homenaje)

al final salió esto....ojalá les guste

Y cómo empezar a hablar de ellas, de ustedes, sin re-escribir tantas cosas de otros que saben hacerlo en serio, apoyarme en aquellos que valen la pena ser leídos. Porque decir que esa mujer era dos mujeres es decir poquito me contó Juan, deleitado por esa que era todas las mujeres en una, porque son así y cómo no quererlas así como son. Y yo que también me dejo deleitar, q embriagar, besar, amar, abrazar. Todo eso que me regalaron alguna vez, que venía con esa mirada, ese beso, ese roce y yo me guardé, quizás en silencio o compartiéndolo todo. Y voy siguiendo las miradas, las mujeres, aprendiendo de ellas, mientras toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano y por ese mismo azar que yo tampoco busco comprender, Julio, si lo habré aprendido de vos, coincide exactamente con todo eso que quiero decirles a ellas, a ustedes. Casi como dejarme llevar por su ritmo, su beat dulce que me va envolviendo de varios gustos y colores, que va revelando una coreografía secreta, sabiendo que solamente tengo una oportunidad para llegar a ese cuello; y el sendero que está ahí, oculto entre enigmas, entre besos y miradas fugaces (y cuántas habré perdido en el camino!). Porque no contemplo la idea de una que no quiera eso, que rehúse el juego. Porque es inevitable que el no-beso sea otro acertijo, una puerta apenas entreabierta, seducción a través del ojo de la cerradura. Qué mejor que una mujer que no se conforma con lo fácil, que quiera jugar y quiera desear, porque esa es la única forma de aprenderse, pero que no deambula ni vacila; y en esto soy irreductible, no les perdono, bajo ningún pretexto, que no sepan volar.
Así voy aprendiendo de ese idioma antiguo y secreto que no sólo consiste de palabras sino ya de cuerpos ya de lágrimas ya de risas y silencios y piernas y entrepiernas y perfumes y tormentas de sensaciones que estallan entre las pieles que se tejen y destejen, mientras todas las palabras quedan inútiles, inmóviles al borde del camino y te piensas sin sangre y te juzgas sin tiempo y te salvas, y entonces no te quedes conmigo. Porque prefiero esa con sus rayes, sus rayuelas y sus rituales, esa con los senos como magnolias o como pasas de higo, esa que a veces es musa y otras veces odia la poesía, la que irradia, la que marca y se deja marcar. Porque en el fondo todo esto no es más que sentir, marcar y dejarse marcar.

jueves, 4 de marzo de 2010

sobre los géneros

miércoles a la noche y ya Bukowski empieza a latir acá adentro. las quilmes que saco de la heladera están perfectamente tibias. se me cruza por la cabeza encender uno pero en verdad no tengo ganas de subir las escaleras, de fumar. me siento y miro los tres o cuatro párrafos que empecé a escribir, que dejé por la mitad tratando de hablar de ustedes, de ellas. tomo un trago de cerveza y miro de nuevo el asco que escribí. todo por comprometerme. porque en el fondo no quiero tener que hablar de ustedes, de ellas, por obligación. nunca escribí por obligación, de hecho, ustedes son las que me van escribiendo a mí de a poco; antes de darme cuenta estoy mirándolas a ustedes mover mi mano, armar frases, juntar palabras, letras y qué-importa-más-que-eso! yo me dejo. vos, ella, empujando mis dedos y escribiendo algo que en realidad, y en esto soy irreductible, me sirve solamente a mí. porque todos estamos solos, porque al final del día uno es el que se queda con uno mismo (M.L.C.), porque me sirve para descubrirme un poquito más y empezar a entender todo este hermoso río de caos en que estamos sumergidos. pero cuánto mejor es saber que ustedes también están sumergidas.
don't explain
dice Billie y tiene mucha razón.