caminaba sintiendo todo, se le iban tatuando los imágenes, le calaban los huesos con las silueta, un stencil a fuego que se evaporaba al instante, dejando una marca en el fondo. el terror entrando despacio, brujiendo a baño maría. mirando paranoiqueado para todos lados buscando que alguen le prometiese que podría imprimir esas emociones en alguna otra persona.
el dylan con sombrero de cotillón.
martes, 25 de mayo de 2010
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