Mi boca repite sin desesperar
que estamos hechos para el barro,
que se nutre de nuestro abismo.
Yo pienso despacio lo que quiero saber
lo que te quiero contar para que me duela.
Veo entre tus ojos la sensación del vidrio
y las agujas señalando las 2am
que me sonríen cómplices.
Ordeno dentro mío las palabras,
las oraciones.
Siento mi boca moviéndose, repitiendo
que estamos hechos para el barro,
mientras tus ojos ya lejanos,
me miran incomprensivos
como siempre lo sospeché.
Mirás para arriba,
algo arrastra el viento.
Me doy cuenta
que mis palabras
ahora son cenizas.
martes, 24 de noviembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario