"mientras sigo a la gente que me interesa, porque la única gente que me interesa es la que está loca, la gente que está loca por vivir, loca por hablar, loca por salvarse, con ganas de todo al mismo tiempo, la gente que nunca bosteza ni habla de lugares comunes, sino que arde, arde... "
Jack Kerouac.

sábado, 19 de diciembre de 2009

a esta altura del asco

en algún momento
(en ningún momento)
de la noche
aparece el negro.
El vómito latente, la arcada empujando, las ganas de asco. Toda la nada que es la noche deslizando por la garganta, cayéndose del balcón, mojado de lluvia en medio de la jungla de concreto. De a poco todo largando chispas de colores que comienzan a explotar y algo quiere salir desde adentro de los huesos; el delirio de necesitar una boca para saciar la sed, el hambre; un puente que me aleje más de mí mismo, que me deje escaparme de este cuerpo transpirado e inerte. Las caras desfigurándose y transformándose en luz y sombra, tiras de piel hecha jirones, con los huesos al aire.
Pies colgando, tinta que aparece de a poco. El vómito latiendo desde adentro, pero mucho más profundo que la piel (-me siento un juguete- decía él). Late desde el centro mismo de las células intoxicadas, que se van nutriendo de la oscuridad y la noche para vibrar todas juntas en una misma frecuencia. Deshaciéndose de asco, y los pies ya no aparecen desde arriba. Latir. Latiendo a ojos cerrados. Latiendo sin inercia y con ganas.

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