Vas cambiando adentro mío. Ahora sos casi un vacío que me va ganando despacio, hasta podría decir que no sos.Un hueco en un mar de electrones, pero tan sólo eso. No por nada tanto karma llenando de polvo mis recuerdos. De a poco van encerrándose en sí mismos; recuerdos que se van encerrando en un casillero de algún club viejo. Necesitarte se volvió menos obvio, un silencio en medio de una multitud a los gritos. Y tantas palabras que se me van cayendo, despegando, y tantas risas que me censuraste.
Ahora somos otros. Otros dos. No más rulos, ni miradas, ni sillones.
miércoles, 9 de diciembre de 2009
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