Ese día me levanté, desayuné y me lavé los dientes,
Como todos los otros días,
Ese día fui a trabajar, las dos horas de ida y las dos horas de vuelta,
Como todos los otros días,
Ese día llegué y me preparé la cena con la televisión encendida,
Como todos los otros días,
Ese día me fui a acostar sin leer ni hacer ni pensar nada nuevo,
Como todos los otros días.
lunes, 28 de diciembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Que bien retrataste algunas vidas en miseria total...Inhertes, inútiles completamente. Quiénes hacen de la vida un pedo liquido, sabiendo por sobre todo que somos un "nano Segundo" aca, no saben aprovechar...
Publicar un comentario